martes, 14 de julio de 2009

RECETAS EQUILIBRADAS


La alimentación es uno de los principales pilares de la medicina ayurvédica, y es muy importante que la misma nos genere placer, que nos sea grata además de sana.
Muchas veces sólo se trata de acostumbrarnos a nuevos sabores y combinaciones diferentes.

También tenemos que tener en cuenta otro factor: el tiempo.
Ya no es frecuente disponer de enormes cantidades de tiempo en la elaboración del alimento, y eso lo podemos reemplazar por un poco de organización, ya que dos o tres recetas básicas –como las milanesas o hamburguesas-, que nos esperen en el freezer son el punto de partida de una comida equilibrada con sólo dedicar unos minutos a la preparación de algunos vegetales y arroz para acompañar.

Estas son recetas básicas, que podrán ser modificadas con los alimentos, vegetales y especias adecuadas a cada constitución.
Lo demás sólo depende de las ganas de estar bien, el amor puesto en la elaboración de los alimentos y de un poco de imaginación...

SABJI O CURRY DE VEGETALES TRIDOSHICO:
(para todos los tipos constitucionales)

Las verduras se cocinan en un kadai (wok) con especias y otros ingredientes. En muchas recetas se les agrega yogurt natural en la cocción, lo que les da una consistencia más cremosa y les incorpora el sabor agrio.

Ingredientes:
Arvejas frescas: 1 taza
Zanahoria cortada en cubos: unas taza
Papa cortada en cubos: una taza
Chauchas cortadas en trozos: 1 taza
Espárragos tiernos cortados: 1 taza
Hongos frescos: ¼ de taza
Cebolla picada: 1 mediana
Hinojo cortado en juliana: un bulbo pequeño
Aceite de girasol: 3 cucharadas
Semillas de comino: 2 cucharaditas
Semilas de mostaza negra: 2 cucharditas
Sal: una cucharadita
Agua: 1 taza
Cúrcuma: 2 cucharadas
Coriandro en polvo: 1 cucharadita

Preparaciòn:
Colocar en un wok el aceite a fuego muy suave, agregar las especias en semillas y tapar.
Cuando éstas comienzan a estallar, liberando su energìa potencial, agregar la cebolla, hinojo y zanahoria, y las especias en polvo.
Luego ir agregando de a uno los otros vegetales revolviendo la preparación cada vez.
Agregar el agua y volver a cubrir el wok con una tapa o fuente.
Cocinar aproximadamente 20 minutos hasta que los vegetales estén tiernos (probar las verduras más duras, como la chaucha o las arvejas).
En este punto de la cocción se puede agregar una taza de yogurt natural y se deja cocinar a fuego lento por diez minutos

sábado, 11 de julio de 2009

QUIEN FUE SWAMI SIVANANDA


Swami Sivananda fue un maestro espiritual, yogui y filosofo, fundador de la Sociedad de la Vida Divina.
Nació el 8 de septiembre de 1887 en Tamil Nadu y falleció el 14 d ejulio 1963 .
Trabajó como médico en Malasia varios años, antes de abandonarlo todo y convertirse en monje.
Vivió la mayor parte de su vida en Rishikesh (Capital Mundial de Yoga nombrada por la Federación Internacional de Yoga).
Swami Sivananda Saraswati fue propagador del yoga y la doctrina Vedanta de Shankaracharya.
Estableció el Sivananda Ashram, sede de la Sociedad, junto a la orilla del rio Ganjes en Shivananda Nagar, a unos 3 km de la ciudad de Rishikesh.
Escribió unos 300 libros sobre yoga , religión, espiritualismo, hinduismo, moral, higiene y salud.
Fue un pionero en llevar el yoga a Occidente.

Primeros años y juventud
Fue el tercer hijo de sus padres, que le dieron el nombre de Kuppuswami.
De niño era muy activo y prometedor en temas académicos y gimnasia. Asistió a la escuela de medicina de Tangore , siendo un alumno brillante. Durante este período fundó un periódico médico llamado Ambrosia. Cuando se licenció practicó medicina y trabajó como médico en Malasia durante diez años, donde era conocido por negarse a aceptar el pago de pacientes pobres que necesitaban tratamiento.
Con el tiempo fue creciendo su impresión de que la medicina curaba a un nivel superficial, y comenzó a buscar en otro sitio para llenar este hueco, en 1923 abandonó Malasia y su trabajo y volvió a la India para dedicarse a la búsqueda espiritual. Creía que la enfermedad era un problema del alma y vio la cura en la práctica del yoga. Swami Sivananda Saraswati fue propagador del yoga y la doctrina Vedanta. Su lema era: «Sirve, ama, da, medita, purifícate y realízate».

Iniciación
A su vuelta a India visitó Benarés, Nashik, y Rishikesh, donde en 1924 conoció a su gurú, Swami Vishwananda Saraswati, quien le inició en la orden de los dasnamis o monjes shivaitas de Shankaracharya y le confirió su nombre monástico. Tras la iniciación, Sivananda se estableció en Rishikesh y se sumergió en intensas prácticas espirituales. Sivananda practicó la vida austera muchos años, pero también continuó ayudando a los enfermos. Con algún dinero de su póliza de seguros vencida, fundó un dispensario de caridad en Lakshmanjula en 1927 donde servía tanto a los peregrinos, como a santos o pobres que necesitaban de su experiencia médica.

Viajes
Después de unos años, Sivananda realizó un largo peregrinaje y viajó a todo lo largo y ancho de la India para meditar en santuarios y aprender con los más importantes maestros, yoguis y gurús de toda la india.
Durante esta vida de parivrajaka (monje viajero) Sivananda visitó importantes lugares de peregrinaje en el sur, incluyendo Rameshvaram. Realizó canto devocional y dio discursos durante sus viajes.
Visitó el ashram de Sri Aurobindo de quien tomo la idea de un yoga integral y conoció a Maharishi Suddhananda Bharati.
En el ashram de Ramana recibió el darshan (bendición de la presencia física) de Ramana Maharshi el día del cumpleaños de éste.
Cantó bhajan devocionales y bailó en trance con los devotos de Maharshi.

Fundaciones
Durante la estancia de Sivananda en Rishikesh y en sus viajes por India, muchos acudieron a él buscando guía en el camino espiritual. Permitió que algunos de ellos vivieran con él y les enseñó. Sivananda pedía a los discípulos que hicieran copias de sus cortos artículos y los enviaran para su publicación. Poco a poco empezaron a acudir numerosas personas y su círculo empezó a crecer.
Sivananda fundó la Sociedad de la Vida Divina en 1936 a la orilla del sagrado río Ganges.
La distribución gratuita de literatura espiritual atrajo a un flujo constante de discípulos al swami, incluyendo al joven Krishnamurti quien estudió con él durante siete veranos, así como a Swami Satyananda Saraswati, fundador de la sociedad Satyananda Yoga.
En 1945, Swami Sivananda creó la Farmacia Sivananda, y organizó la Federación Mundial de Religiones. En 1947 estableció la Federación Mundial de Sadhus (ascetas), y en 1948 la Academia Forest de Yoga y Vedanta. Llamó a su presentación del yoga el «yoga de síntesis».
Tuvo varios discípulos prominentes en todo el mundo.

Escritor
Swami Sivananda fue un escritor prolífico y escribió exactamente 296 libros sobre temas variados: metafísica, yoga, religión, filosofía occidental, psicología, escatología, bellas artes, ética, educación, salud, refranes, poemas, epístolas, autobiografía, biografía, historias, dramas, mensajes, discursos, diálogos, ensayos y antología. Sin embargo, sus libros recalcaban la aplicación práctica de la filosofía del yoga por encima del conocimiento teórico.
En uno de sus libros dijo: "Si todo el tiempo que muchos dedican a leer sobre lo espiritual lo dedicaran a practicar meditación ya estarían iluminados".
Y en La ciencia de los siete cultivos escribió: «Una onza de práctica es mejor que toneladas de teoría. Practica el yoga, la religión y la filosofía en la vida diaria y consigue la realización del Ser Superior (en tu interior)».

Fallecimiento
Swami Sivananda alcanzó el mahasamadhi el 14 de julio de 1963 en su kutir (cabaña para prácticas espirituales) a la orilla del Ganges, en Shivanandanagar.
Falleció de la manera en que tradicionalmente mueren los grandes maestros del yoga: sentado en meditación profunda, se sumió en el trance de samadhi o superconsciencia y abandonó conscientemente su cuerpo por última vez.

PSICOTERAPIA BASADA EN LA COMPASION

Un enfoque para hipercríticos ...

Fue desarrollado por Paul Gilbert
Está orientado a problemas emocionales que tengan en común una exacerbada vergüenza y el sentimiento de hacer mal las cosas


Un buen número de personas transita por la vida con pesadas mochilas emocionales. Es una ingrata receta que combina dos ingredientes igualmente negativos: una permanente sensación de vergüenza y el aguijón punzante de la autocrítica. El resultado es gente con enormes dificultades para ser amable consigo misma y que, en la dureza con la que se trata, encuentra serios problemas para tolerar el malestar e ingeniárselas, aun en momentos difíciles o de estrés, para encontrar sensaciones de tranquilidad, calma, reaseguro.

El drama suele beber de las aguas del abuso, maltrato, negligencia o falta de afecto en la infancia, que ocurren en familias de todo tipo y que no necesariamente deben producir mucho ruido para dejar consecuencias. Cuando el lugar y los seres en teoría más confiables han resultado más amenazantes que contenedores, tanto el mundo externo como el interno se procesan como hostiles.

Para aquellos que luchan contra su corrosivo crítico interior y tienen gran dificultad para reconocer que necesitan ayuda, envueltos como están en un círculo de vergüenza interna (por lo que piensan y sienten de sí mismos) y externa (por lo que piensan y sienten que los otros piensan y sienten acerca de ellos), el psicoterapeuta inglés Paul Gilbert, profesor de psicología clínica de la Universidad de Derby, Reino Unido, desarrolló la terapia centrada en la compasión, que incorpora elementos del budismo y de las neurociencias.

El concepto, según dice el psicoterapeuta inglés, nada tiene que ver con la tan mentada autoestima que ha venido de la mano de muchos manuales de autoayuda, ligada con una visión egocéntrica y narcisista, que tiende a establecer diferencias sociales o económicas con los otros. Tampoco se vincula con el sentir lástima por uno mismo. La compasión se refiere a la humanidad que tenemos en común con todos los seres del planeta. "El Dalai Lama dice que, si queremos que los demás sean felices y también ser felices nosotros, nos focalicemos en la compasión", explica Paul Gilbert.

La compasión se vincula con algunos preceptos del budismo, en tanto supone una mirada de recogimiento y amabilidad sobre el propio sufrimiento y el sufrimiento ajeno, y ser compasivos ofrece la posibilidad de sentirse (y ya no meramente de "saberse") parte del mundo y actuar en consecuencia, tanto hacia uno mismo como hacia los demás, con el objetivo de disminuir ese dolor.

Gilbert dirige la Compassion Mind Foundation ( www.compassionatemind.co.uk ) en Derby, con el objetivo de estudiar científicamente el poder de la compasión. A través de resonancias magnéticas, se ha verificado que durante la meditación es posible llegar a estados de "compasión pura" (ser algo así como "uno con el universo") y que en esos trances se activan zonas del cerebro prefrontal izquierdo, que contiene redes neurales vinculadas con la empatía, el amor maternal y una mayor conexión entre pensamientos y sentimientos, al mismo tiempo que se aquieta la actividad del lóbulo prefrontal derecho, conectado con estados de ánimo más negativos.

"Un vez que la persona entendió que sus síntomas y dificultades no son otra cosa que estrategias adaptativas (por ejemplo, sufrir un trastorno alimentario buscando ilusoriamente confort emocional en momentos de gran angustia) -explica Gilbert-, y que puede dejar de criticarse y de culparse todo el tiempo por sus ideas y sentimientos, está más libre para comprender su situación real y manejarla."

La compasión, así como la crueldad, dice Gilbert, son, más que sentimientos, formas de organización de nuestras mentes. La buena noticia es que es posible pasar de la crueldad a la compasión mediante técnicas de entrenamiento para trabajar la atención, el pensamiento, los sentimientos, la imaginación y el comportamiento desde una perspectiva compasiva y construir esas redes neurales vinculadas a la autoregulación de estados de tranquilidad, calma, seguridad, calidez.

El método propuesto por Gilbert se recomienda en cuadros que tengan como síntomas cardinales la vergüenza y la autocrítica: depresión, trastornos de ansiedad y alimentarios. También se ha probado en secuelas postraumáticas y en psicosis.

"Hay varios niveles de compasión -describe Gilbert-. Uno, la compasión que sentimos de parte de los demás hacia nosotros; otro, la compasión que tenemos hacia los otros y, finalmente, la compasión hacia nosotros mismos. Cada una puede desarrollarse con distintas prácticas. Por ejemplo, podemos imaginarnos a nosotros mismos como personas compasivas, pensando cómo somos cuando somos lo mejor que podemos ser. Aprendemos a prestar atención a esas cualidades interiores y a tratar de vivir según ellas cada día. Otra práctica que ayuda a sentir la compasión de parte de los otros es trabajar con imágenes. Aquí, las personas se concentran en una figura compasiva a la que dotan de sabiduría, fuerza, calidez, y que es capaz de confortarnos en los momentos de mayor crisis e inseguridad, pero sin juzgarnos."

De visita en Buenos Aires

Junto a su mujer, Jean-Paul Gilbert visita Buenos Aires por primera vez, como uno de los oradores del I Congreso Internacional de Psicoterapia Contemporánea: Cuerpo, Mente y Espíritu ( www.psicoterapiacontemporanea.com ), que se desarrolló en Buenos Aires entre el 20 y 22 de agosto del 2009 y expuso enlaces, contrastes y confrontaciones entre la psicoterapia y distintos modos de expresión cultural, como el arte y las religiones.

OM NAMAH SHIVAIA ...!

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