domingo, 5 de diciembre de 2010

Los apegos y las aversiones según el Bhagavad Guita


Objetividad ante el éxito y el fracaso.

En las definiciones clásicas del yoga de la Bhagavad Gita, se nos ofrece varios remedios para cortar de raíz el poder que tienen los apegos y las aversiones (raga y dvesa) sobre nuestra conducta y especialmente, sobre como nos tomamos los resultados.

El verso 2.48 dice:

“Realiza las acciones abandonando el apego, permaneciendo igual tanto ante el éxito como el fracaso. Esta ecuanimidad es yoga”

Cuando actuamos buscamos conseguir un resultado.
Así es como operamos todos.

Actuamos para conseguir algo.
Si analizamos nuestras acciones siempre podemos ver que esas acciones se realizan para conseguir algo que queremos, bien porque no lo tenemos o porque queremos más.
O también porque queremos librarnos de algo que ya tenemos, o de algo que nos molesta (aversiones).

En ambos casos es un deseo sobre algo que queremos o sobre algo de lo cual nos queremos deshacer.
Hay varias posibilidades:
Que consigamos justo lo que queremos, que consigamos más de lo que queremos, que no lo consigamos o que consigamos justo lo opuesto.
Si lo conseguimos, estamos felices por un tiempo, si no lo conseguimos podemos tsentirnos muy mal y acabar deprimidos, frustrados, airados.

La ansiedad por el resultado

Si la expectativa de conseguir algo es muy grande y esa ansiedad de conseguir el resultado nos hace estar tensos y preocupados, y si además creemos que sin ese resultado vamos a estar infelices e inseguros, entonces, si no conseguimos el resultado se produce una reacción en igual proporción a la expectativa que teníamos.
Esto es de sentido común a todos.

Como no somos omniscientes ni omnipotentes, y hay muchos factores y leyes que nosotros no hemos creado, no podemos conocer los resultados de nuestras acciones ni conocer los factores que determinan los resultados.

Creemos que podemos controlarlos pero la realidad es que no depende de nosotros en gran medida. Es por ello, que tenemos todas las posibilidades para que nos frustremos de vez en cuando.

Ahora, veamos otra vez en el verso 2.48.

Yoga es ecuanimidad

Nos dice que el yogui es aquel que es ecuánime en cuanto al resultado
A nivel de los resultados ha cultivado la objetividad, se toma los resultados con ecuanimidad, con desapasioamiento.
Como sabe que los resultados no dependen exclusivamente de él, cuando llegan los frutos de sus acciones, los acepta, desarrolla objetividad.
Su medida de éxito no está en si consigue esto y lo otro.

¿Por que? El yogui entiende y tiene una compresión más amplia de como funcionan las leyes en el mundo y abandona el apego, es decir, la ansiedad por controlar los resultados para que sean como el quiere que sean.

En el verso 2.47 se dice:
“Tu elección es únicamente en la acción, nunca en los resultados. No pienses que eres el autor de los resultados de la acción.
No te apegues tampoco a la inacción.”

Entonces en esta definición de yoga, el yogi es aquel que cuando vienen los resultados es ecuánime, no se frustra cuando no consigue lo que quiere ni se excita alocadamente cuando tiene éxito.
Por eso, el yogui sigue actuando, pero no está en manos de sus apegos o sus aversiones, sino que sus acciones son recibidas con una actitud de aceptación, basada en la comprensión de si mismo, del mundo y de una realidad Superior.

En este sentido, la Bhagavad Gita es uno de los mejores medios de conocimiento que trata sobre estos tres temas.Algunos diran que esa aceptación es una especie de resignación. No.
El yogui que es capaz de entender y apreciar que su capacidad para controlar las leyes que determinan los resultados es más bien escasa y aprecia que actuar en armonía con el orden del mundo,de una realidad Superior y de uno mismo, del dharma, supone realizar las acciones guiándose por lo que es correcto, por el deber que le corresponde, en vez de dejarse llevar por lo conveniente o por sus apegos y aversiones.

Y aún dejándose llevar por sus apegos y aversiones, cuando llegan los resultados, no se frustra, porque sabe que no dependen de él exclusivamente, no es él el que dispensa los resultados. Hay muchos factores involucrados que no conocemos, y que no están determinados por su voluntad y deseo de que se realicen.
Esto no es resignación, sino entender las realidades.
La Bhagavad Gita habla de realidades.

Entender la realidad es madurez, y comprensión de las leyes de la naturaleza y de la creación. Y en esta compresión, hay mucho conocimiento involucrado y en el estudio detallado de los textos como la Bhagavad Gita, hay mucho que aprender y apreciar.

En la definición del verso 2.51 añade que a nivel de la elección de la acción hay que saber si nuestra acción es correcta y si está en conformidad con las leyes éticas y morales.

Y de esta forma el adepto al yoga no se vá a regir por lo que dictan sus apegos y aversiones, sino por lo correcto y adecuado, por su deber, por lo que se espera de él en los deberes de sus roles (hijo, padre, estudiante, profesor, empleado, empleador, …)

De ese modo, la acción realizada con esa actitud y los resultados de la acción aceptados con samatvam (ecuanimidad) se convierte en yoga para purificar su mente y minimizar y reducir los conflictos de la persona.

Y de este modo, con el tiempo y la apreciación, la persona va madurando y se vá liberando de las presiones de sus apegos y aversiones.

OM NAMAH SHIVAIA ...!

OM  NAMAH SHIVAIA ...!